Lamentablemente, la principal causa de muerte entre los adolescentes son los accidentes de carro. Por eso, todos los padres deben de tener un plan para ayudar a sus hijos a manejar con cuidado y seguramente. Según un artículo de The New York Times de Perri Klass (enlace), hay investigaciones que indican que una de las mejores formas de ayudar a los conductores jóvenes es darles más experiencia manejando bajo la supervisión de un padre o adulto. El padre o guía puede señalar diferentes posibilidades y cosas que tomar en cuenta mientras están manejando. Es decir, la más experiencia que tenga el joven, lo mejor y lo menos probable que esté en un accidente. Klass también señala que los padres no usan la tecnología lo suficiente. Existen aplicaciones y aparatos que pueden monitorear cómo se conduce un automóvil y alertar a los padres sobre posibles problemas (velocidad, ubicación, tiempo de conducción, etc.). Finalmente, el artículo habla sobre la frecuencia con la que las familias le dan el automóvil más viejo a un niño, que puede ser el menos seguro. Siempre se recomienda conocer las características de seguridad del carro y ver como es calificado por organizaciones como el IIHS.